Rutas de Castillos

Ruta 2 > Itinerario 1

Ruta Oeste de los Castillos de la Comunidad de Madrid paso a paso

251,2 KM

Ruta en la que podremos visitar una de las atalayas que formaban parte del sistema defensivo omeya de la "Marca Media" para controlar la frontera septentrional, así como una serie de torreones del siglo XV, usados posteriormente como prisiones para nobles como la duquesa de Pastrana y Antonio Pérez; la fortaleza señorial de don Álvaro de Luna y los castillos de los Mendoza en Manzanares el Real.

Longitud: 251 km.

Tiempo: 3 días.

Ruta Paso a Paso

1. Torreón de Pinto

Se construyó a mediados del siglo XIV, a instancias de Íñigo López de Orozco, que recibió en esta época el señorío de Pinto, de manos de Pedro I el Cruel. El torreón formaba parte de un conjunto arquitectónico mucho mayor que el actual. El torreón de Pinto fue utilizado, en los siglos XVI y XVII, como prisión de nobles e ilustres. Aquí estuvo recluida durante seis meses Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli, tras ser detenida en 1579 por las tropas de Felipe II. En 1589, fue encarcelado Antonio Pérez, secretario de Felipe II. En 1808 y durante un breve período, Manuel Godoy, favorito de Carlos IV.

 

2. Castillo de Puñonrostro, Torrejón de Velasco

Su construcción se debe al obispo de Palencia, Gutiérrez Gómez de Toledo, entre 1432 y 1440. Tuvo una importante remodelación en 1460, cuando se produjo un cambio de titularidad en el señorío, pasando a gozar de importantes favores reales: ferias y mercados libres de aranceles. En 1523 se convierte en residencia permanente de Juan Arias Dávila, conde de Puñonrostro, tras sufrir deterioros durante la Revolución Comunera. En 1526 Carlos V y Francisco I de Francia se alojaron aquí para concertar un matrimonio entre el rey francés y Leonor. A lo largo del siglo XVI el castillo fue utilizado como improvisada prisión de personajes ilustres. Hacia 1775 se instaló en el patio interior una fábrica de jabones y una hilatura de lana. Las áreas arqueológicas excavadas han servido para comprobar la existencia de un foso defensivo que presumiblemente circundaba todo el perímetro del castillo. Actualmente está prevista su remodelación.

 

3. Castillo de Batres

El Castillo-Casa Fuerte de Batres, enclavado en lo que fue el antiguo Estado o Señorío de Batres lindando con tierras toledanas, es una de las más valiosas, bellas y originales construcciones de la Comunidad de Madrid. En un altozano, ceñido de arboleda y foso natural, se alza el Castillo en un bello y pintoresco lugar, ligado desde su infancia al poeta Garcilaso de la Vega, evocador en sus versos de guerras y románticas leyendas. La parte más antigua es su recia y esbelta torre del Homenaje. En su portalón principal, de estilo gótico isabelino, destaca el escudo de los Lasos y Guzmanes, que marca el momento en que Garcilaso de la Vega, VI Señor de Batres, comendador mayor de León y Doña Sancha de Guzmán instituyen el Mayorazgo. Posteriormente pasó a la casa de los condes de Oñate y después a la de los marqueses de Riscal. En la actualidad alberga la Escuela de Jardinería y Paisajismo "Castillo de Batres", así como un espacio de celebraciones y eventos.

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4. Torreón de Arroyomolinos

Fue mandado construir por Juan de Oviedo en la segunda mitad del siglo XV, pero la obra no finalizó hasta la llegada de Don Gonzalo Chacón, señor de Casarrubios y mayordomo mayor de la reina Isabel la Católica. Su construcción estuvo motivada para defender el Señorío de Arroyo de los Molinos. Se trata de una construcción en gótico mudéjar. La fortaleza estaba compuesta por una torre del homenaje central, alrededor de la cual se construyó un antemuro rodeado de un foso. En su interior, había un patio compuesto de una plaza de armas y de una barbacana con torres defensivas en las cuatro esquinas. En el siglo XVII, el muro de la fortaleza fue desmantelado y colmatado el foso. Sin embargo, la torre se siguió utilizando como cárcel, calabozo, tienda, granero o taberna. En 2003, la Comunidad de Madrid realizó nuevas excavaciones arqueológicas y el edificio fue restaurado, siendo hoy parte de la red de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid.

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5. Castillo de la Coracera, San Martín de Valdeiglesias

El Castillo de la Coracera fue construido por Don Álvaro de Luna, valido del rey Juan II, en 1434. El condestable de Castilla compró por 30.000 maravedíes el pueblo y señorío de San Martín de Valdeiglesias a los monjes del cercano monasterio de Santa María la Real, dueños de las tierras de abadengo. Sirvió de residencia temporal de la reina Isabel la Católica al ser proclamada heredera de Castilla en la Jura de Guisando. Tras la ejecución de don Álvaro, el castillo pasó a ser propiedad de Gonzalo Chacón y más tarde de la casa ducal del Infantado hasta el siglo XIX, que quedó en manos del barón de Sacro Lirio, quien acometió reformas e integró algunos elementos ornamentales procedentes del palacio de Villena, otra de las propiedades de don Álvaro de Luna en el vecino municipio de Cadalso de los Vidrios. El castillo se encuentra en un magnífico estado de conservación y la visita cuenta con un sistema audiovisual que nos trasladará hasta el final del Medievo.

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6. Palacio de Villena, Cadalso de los Vidrios

El complejo palaciego lo mandó construir don Juan Fernández Pacheco, marqués de Villena, de quien toma su denominación. En sus dependencias se alojó Isabel la Católica, tras la Jura de los Toros de Guisando, que puso fin a la guerra civil con su hermano Enrique IV. Los Reyes Católicos lo entregaron como dote al duque de Frías con motivo del casamiento de éste con la hija de Fernando el Católico, doña Juana de Aragón. Inicialmente fue construido en estilo románico, pero las posteriores reformas lo acercan al estilo renacentista, con columnas jónicas y una preciosa galería con mirador. En el siglo XVI se construyó un jardín y un gran estanque de piedra de estilo renacentista que pueden visitarse de manera libre. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931. El palacio no es visitable por ser de propiedad particular, aunque su exterior es digno de admirar.

 

7. Castillo de la Aulencia, Villanueva de la Cañada

El castillo de Aulencia o castillo de Villafranca se ubica en una finca de propiedad privada junto al parque Regional del Curso medio del Rio Guadarrama. Se levanta sobre el cerro de Horcajo, muy cerca del rio Aulencia y del ESAC (Centro Europeo de Astronomía Espacial). Junto al castillo surgió la desaparecida aldea de Villafranca del Castillo que hoy da nombre a una urbanización de Villanueva de la Cañada. Se trata de una construcción fortificada de tipo mudéjar castellano, que se presume estuvo bajo control musulmán. En el siglo XIV pasó a manos de García Fernández y en el siglo XV de Alfonso Álvarez de Toledo, al servicio de Juan II de Castilla. La fortaleza fue ampliada por sus descendientes, levantando un doble muro adicional alrededor de su núcleo principal. En el siglo XIX pasó a manos del marqués de Soto Mayor y en 1918 a la familia Ballesteros.

 

8. Atalaya de Torrelodones

Esta atalaya data de la época del Califato de Córdoba, al que pertenecían estas tierras, en torno al siglo X. Forma parte de una serie de construcciones similiares, de las que aún encontramos varias en la sierra de Madrid. Todas reúnen características similares: son huecas y de forma circular, de más de 10 metros de altura. Estas construcciones se incrementaron durante el siglo XI con Abderramán III y sirvieron para repeler las incursiones cristianas al sur de la sierra de Guadarrama en época de la Reconquista. La atalaya de Torrelodones debió llevar siglos abandonada cuando, en 1668, Cosme de Medicis, de paso hacia el Escorial paró en Torrelodones y con él llevaba al pintor Pier Maria Baldi, quien dibujó la Atalaya y la identificó como Torre de los Oydores. Este dibujo sirvió para su posterior restauración.

 

9. Castillo Viejo, Manzanares el Real

En la margen derecha del río Manzanares, se levantan sobre un cerro los restos del Castillo Viejo de Manzanares El Real vigilando La Pedriza, la Cañada Real Segoviana y el mismo río. La fortaleza, de la que conservamos su forma y muros exteriores, es el gran desconocido de los castillos madrileños, del que no consta su promotor ni su fecha de construcción. Se cree que fue erigido en tiempos de la Reconquista por su similitud con los castillos de Buitrago, Santorcaz y Aulencia. Se sabe que estuvo vinculado a la familia De la Cerda, a través de Leonor Núñez de Guzmán. En 1383 el rey Juan I de Castilla lo traspasó a la casa de los Mendoza hasta que ésta decidió la construcción de un nuevo castillo en Manzanares el Real en 1475. Para investigar y poner en valor su legado histórico está en marcha un programa de excavación arqueológica que permitirá desvelar sus misterios.

 

10. Castillo de los Mendoza, Manzanares el Real

El castillo de los Mendoza es el verdadero emblema de Manzanares El Real. Representa la plasmación arquitectónica de una sociedad a caballo entre dos épocas, la caballeresca medieval y sus elementos defensivos, como el antemuro o la entrada acodada, y la renacentista humanista, con sus grandes salones, fachadas decoradas y magníficos miradores, más propio de un palacio. Es el castillo mejor conservado de la Comunidad de Madrid. Comenzó a construirse en 1475, en estilo gótico isabelino, y es considerada la más bella muestra de la arquitectura militar española del siglo XV. 

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