Recorrido por el jardín de la Isla, de estilo renacentista italoflamenco, rodeado por el río Tajo. Su origen se remonta al siglo XVI.
La longitud del itinerario es de 1,9 km y la duración a pie es de 1 hora, aproximadamente.
El puente principal, con arco de sillería caliza, está unido al jardín de la Reina. Fue construido en 1732 por Pedro Caro Idrogo.
De vaso circular, cuenta con esculturas en mármol blanco de dos niños jugando. Se instaló durante el reinado de Carlos III, sustituyendo a unos pabellones de madera del siglo XVII.
Cruzando la ría por la escalinata, está colocada sobre un zócalo y una base de jaspe negro. Contiene una escultura de Hércules matando a la Hidra sobre un pedestal. La fuente fue construida por José de Villarreal y Bartolomé Zumbigo, durante el reinado de Felipe IV, y sustituye a una fuente anterior dedicada a Diana de la época de Felipe II.
Obra napolitana de Miguel Ángel Naccherino de inicios del siglo XVII, con vaso octogonal de mármol de Carrara decorado con medallones y cabezas de animales. Ocupa un espacio circular delimitado por canapés diseñados por Sabatini en caliza de Colmenar con decoraciones de guirnaldas en respaldos y volutas de hojas de acanto en los brazos.
Obra renacentista reformada en el siglo XIX. Cuenta con un estanque circular a ras de suelo con un vaso moldurado sobre un pedestal mixtilíneo en mármol blanco.
Fue Felipe III quien mandó construir esta fuente. En el centro cuenta con un pedestal en el que descansa un niño que se está sacando una espina del pie izquierdo. En las esquinas de la fuente hay cuatro columnas, con una harpía cada una, que disparan agua hacia el centro de la fuente.
Jaula circular metálica con finos pilares y guardamalleta de fundición y cubierta de zinc.
También conocida como "de Don Juan de Austria", pues se cree que la piedra con la que está construida fue conseguida en la Batalla de Lepanto. Fue enviada desde Florencia por García de Toledo. Está situada en el centro de una plaza octogonal donde se halla la figura de Venus en bronce secándose el pelo con las manos.
Las dos plataformas de ladrillo pertenecen a las antiguas estufas del siglo XIX.
La Imagen, en mármol blanco sobre basamento irregular de sillería caliza, fue trasladada desde el jardín del Príncipe.
Se ubica en una plazoleta hexagonal con bancos de piedra. En el centro se halla un estanque circular de jaspe que sostiene al dios Baco coronado con racimos de uvas y sentado sobre un tonel con un pequeño grifo, mientras alza una copa de vino. La figura, obra de Jonghellinck, fue un regalo a Felipe III por el Gran Duque de Florencia.
Situada en la parte más alejada de la entrada al jardín, esta fuente esta adornada con unas esculturas de bronce que encargó Velázquez a Alessandro Algardi. Este grupo escultórico representa a Ceres, Cibeles, Juno y Neptuno, y llegó a Aranjuez en 1661 desde el antiguo alcázar de Madrid. El dios Neptuno aparece empuñando su tridente sobre un carro en forma de concha tirado por caballos marinos.
Gran chimenea de ladrillo visto con dibujos geométrico en su base y elevado volumen piramidal. Se trata del respiradero de la antigua canalización de aguas del jardín procedente de la presa de Ontígola. A la derecha encontramos las dos plataformas de ladrillo de las antiguas estufas del siglo XIX.
Siguiendo el borde de la ría, en dirección al Palacio se dispone la plataforma del cenador Chinesco, espacio ligeramente elevado, delimitado por cuatro pares de pilastras con escalera en semicírculo y baranda baja con jarrones florales en su arranque.
Con planta semicircular y perfil sucesivamente escalonado con rugosa textura, se realizó según proyecto de Pedro Caro Idrogo, terminándose en 1750 con Santiago Bonavía.
El acceso al jardín de la Isla desde el jardín del Parterre se realiza por este puente, obra de Esteban Marchand, acabado en 1733 por Bachelieu. Se organiza en rampa y se compone de dos ojos y compuertas de regulación sobre la presa.