El Real Sitio y villa de Aranjuez es un enclave con notable presencia humana desde la Prehistoria, con asentamientos en las vegas el río Tajo, aunque su auge comienza en la Edad Media con la creación de un Sitio Real a partir de la encomienda de la Orden de Santiago. Su trazado es uno de los más espectaculares casos de simbiosis entre el aspecto natural y la intervención humana plasmada en los trazados geométricos que abren paseos entre bosques, jardines y cultivos, a través de un modelo de inspiración grecorromana y renacentista que culmina con la trama ortogonal de la ciudad barroca e ilustrada vinculada a la monarquía española, características que la UNESCO distinguió en 2001 con el título de Paisaje Cultural de Aranjuez.