San Lorenzo de El Escorial está íntimamente ligado a su incomparable monasterio, considerado el edificio más grandioso de la Comunidad de Madrid y una de las arquitecturas más singulares de Europa.
Felipe II mandó construir el monasterio como símbolo de su poder absoluto y como panteón real. Carlos III le dio un toque más cosmopolita y ordenó la construcción de la población que hoy rodea al conjunto monumental.
El trazado urbano de la ciudad se consolidó en el siglo XVIII, dando lugar a una pequeña y acogedora ciudad con elementos naturales, históricos y culturales que le imprimen un sello especial.
En 1984, la UNESCO declaró el conjunto monumental de San Lorenzo de El Escorial Patrimonio de la Humanidad.