ROBLEDILLO DE LA JARA
Como su nombre indica, el roble y la jara son dos de los protagonistas del pueblo, junto a madroños, fresnos, chopos y un entorno natural para disfrutar.
Te recomendamos dar un agradable paseo por el Camino de El Villar que lleva a la presa del mismo nombre. Si es una época veraniega y el nivel del agua está bajo podrás ver algunas de las construcciones que quedaron anegadas por el embalse.
La Iglesia de San Pedro Apóstol es el edificio con mayor atractivo, con una pila bautismal del siglo XVI. Pero si paseamos por el pueblo podremos ver el tradicional potro de herrar, os lavaderos abiertos y un pozo tradicional.
Si pasas al Museo de las Formas de Vida del Pasado realizarás un viaje en el tiempo a un pasado no tan lejano mostrando el medio de vida de sus habitantes. En las obras de este museo, se han desenterrado, los restos del horno original de la Tejera de Robledillo de la Jara, un recinto abovedado, llamado la ‘Cámara de combustión’ que proporcionaba el calor suficiente para la cocción de las tejas que se colocaban en la parte superior. Pero no sólo se nos muestra este oficio; otros como el de Los Herreros, considerado como uno de los más antiguos, panaderos, apicultores, molineros, esquiladores, o pastores entre otros se dan cita dentro de este museo, donde también se proyectan audiovisuales en los que se pueden ver el proceso de los oficios así como la importancia de ellos en la comarca. El museo forma parte del Museo Abierto de la Mancomunidad del Embalse de El Atazar.
Más información: Conoce Robledillo de la Jara