El Valle Medio del Lozoya se sitúa en el extremo Norte de la Comunidad de Madrid, donde se encuentra el Puerto de Somosierra, uno de los puntos de entrada desde el Norte más transitados. Acompáñanos y recorre los pueblecitos con encanto de esta zona de la Sierra Norte.
Empezamos en el propio Puerto de Somosierra, desde donde parte un pequeño sendero que nos permite observar la cascada más alta de la Comunidad: el Chorrero de los Litueros. Antes de abandonar esta zona podemos apreciar una placa en la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad que conmemora la Batalla de Somosierra, dónde el ejército napoleónico se hizo paso hacia Madrid.
Si seguimos el camino de la N-I, llegamos a una zona con un impresionante entorno natural. En él descubrimos Robregordo y La Acebeda (una de las localidades más pequeñas de Madrid) que, como el nombre de este último indica podemos encontrar el principal bosque de acebos de la Comunidad de Madrid, algunos de gran tamaño. En el bosque que se encuentra entre ambos municipios se pueden observar interesantes especies arbóreas: alisos, álamos o cedros. En Robregordo aún se conservan construcciones de granito y madera de roble con tejas del antiguo tejar de Horcajo, que junto con la iglesia de Santa Catalina conforman lo más significativo de esta localidad.
Si continuamos descendiendo, la carretera nos conduce a Horcajo de la Sierra y a su pedanía Aoslos. En Horcajo viajamos en el tiempo siglos atrás al recorrer sus calles de edificios singulares, destacando la Iglesia de San Pedro in Cátedra, monumento gótico del siglo XV con gran valor artístico. Seguimos nuestro recorrido y llegamos a Madarcos, la localidad de Madrid con menos habitantes censados (poco más de 25) y con un ambiente típicamente serrano. En sus alrededores podrás disfrutar de áreas recreativas donde te podrás dar un merecido descanso.
Si giramos hacia Buitrago de Lozoya en dirección a la Sierra del Rincón llegaremos a Piñuécar. No te puedes perder "La piedra de las Veces", un curioso el Reloj de Sol que se encuentra en la localidad adyacente de Gandullas. Un antiguo lavadero, el Molino de la Fausta, o la iglesia de San Simón son algunos de sus singulares atractivos.
Tras ello, es de parada obligada Buitrago de Lozoya, declarado Bien de Interés Cultural, con su impresionante Conjunto Amurallado rodeado por el río Lozoya, que, junto con su Alcázar-castillo, fueron declarados Monumentos Nacionales. La capilla del Santísimo o la iglesia de Santa María del Castillo son de obligada visita. Tampoco puedes dejar de ir durante la segunda quincena de diciembre: su Belén viviente está considerado como "Fiesta de interés turístico".
A tres kilómetros, se encuentra Villavieja del Lozoya, conocida por los arcos mudéjares en las ruinas de una casa que hoy forman parte de una hospedería y que junto con la Iglesia Parroquial de la Inmaculada es uno de los lugares de mayor interés de la zona.
Entramos en la recta final de nuestro viaje parando en Gascones, municipio rodeado de vías pecuarias y donde podremos visitar la hermosa Iglesia Parroquial de Santo Tomás. Continuamos por La Serna del Monte donde podrás ver el reloj de sol que antiguamente utilizaban los labradores para medir sus turnos de riego. También cuenta con una fragua rehabilitada convertida en alojamiento rural. Finalmente llegamos a Braojos, municipio que, gracias a la elevación de las localidades vecinas, permite contemplar la profundidad del valle.
En cualquiera de los pueblos que recorren el Valle Medio del Lozoya existen senderos que permiten recorrer la sierra a pie o en bicicleta de montaña, paseos a caballo y en burro. Incluso las altas cumbres son un buen lugar para la práctica y el aprendizaje del parapente.
Encontramos también multitud de áreas recreativas en Buitrago del Lozoya, Horcajo de la Sierra, Robregordo y La Acebeda, donde, por ejemplo, puedes disfrutar de una comida al aire libre en familia.
Acércate al Centro de Iniciativas y Recursos Turísticos de Buitrago del Lozoya para obtener más información.
Si quieres hacer un alto en el camino y degustar de una buena comida, dispones de numerosos restaurantes que conservan la tradición serrana. Destaca la ternera de la Sierra de Guadarrama, que tiene denominación de origen.
Todos los pueblos de la zona tienen una gran oferta de alojamientos rurales, siempre respetuosos con el medio ambiente, que te permitirá pasar unos días alejado del ajetreo de la gran ciudad.
Más información: Sierra Norte de Madrid