1,5 KM
Recorrido a pie por algunas de las joyas conventuales de la ciudad de Madrid, partiendo desde el Convento de Nuestra Señora de la Concepción, pasando por el de San Plácido y el de Montserrat para finalizar en el de las Comendadoras de Santiago El Mayor.
Longitud: 1,5 km. Tiempo: 40'.
Fue fundado en 1609 por el sacerdote Juan Pacheco de Alarcón, de quien toma su nombre. En 1656 se terminó la iglesia y en 1671 Gaspar de la Peña reformó el conjunto. La iglesia es un ejemplo de arquitectura barroca madrileña del siglo XVII. Destaca el retablo mayor, con un gran cuadro de Juan de Toledo, una abigarrada composición muy característica del barroco cortesano, así como obras de Juan Montero de Rojas y Antonio Arias, completando así una apreciable colección de pintura barroca madrileña. También alberga los restos de la beata María Ana de Jesús.
Esta iglesia, obra de Fray Lorenzo de San Nicolás, concluyó su construcción en 1661. El retablo mayor muestra una Anunciación de Claudio Coello, que firma otros dos retablos situados en los brazos del crucero. Los frescos de la cúpula, de las bóvedas del presbiterio y de la nave central tienen también un gran valor artístico. Cuenta con algunas pinturas atribuidas a Francisco de Ricci y a pintores italianos del entorno de Diego de Velázquez. En su interior se encuentra el Cristo yacente de Gregorio Fernández. En su momento albergó también el Cristo crucificado de Velázquez, pintado expresamente para la Capilla del Sepulcro, derribada por ruina en 1908 y restaurada en 1912.
El monasterio de benedictinos de Nuestra Señora de Montserrat fue fundado por el rey Felipe IV, en 1642, para acoger a los monjes castellanos que vinieron de Montserrat durante la sublevación de Cataluña. En origen estuvo situado en la quinta del Condestable de Castilla junto all arroyo Abroñigal, pero en 1704 fue trasladado al presente edificio, trazado en 1668 por Sebastián Herrera Barnuevo, con la participación de Gaspar de la Peña, Juan de Torija, Pedro de la Torre, Francisco Aspur y Pedro de Ribera. En 1836 se produjo la exclaustración y el convento pasó a tener diferentes usos, quedando sólo en pie la iglesia. Posteriormente, el convento volvió a la Orden de los benedictinos, convirtiéndose en Priorato del Monasterio de Santo Domingo de Silos, función que continúa desempeñando en la actualidad.
Este monasterio de religiosas de la Orden Militar de Santiago fue fundado por el rey Felipe IV en 1650, con la hacienda que habían dejado en 1584 don Iñigo Zapata de Cárdenas, presidente del Consejo de Órdenes, y doña Isabel de Avellaneda, su mujer. Es obra de Manuel y José del Olmo, quienes terminaron las obras en 1697. La iglesia es de planta de cruz griega con las extremidades en semicírculo, y el crucero rematado por una hermosa cúpula. En la hornacina alta de la fachada se representa a Santiago Matamoros. En su interior destaca la sacristía "de los caballeros" realizada por Francisco Moradillo en 1753 por encargo del rey Fernando VI. Las dependencias del convento fueron reorganizadas por Francisco Sabatini en 1773, quien le confirió su aspecto actual.
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