Rutas de Monasterios y Conventos

Ruta 8 > Itinerario 1

De San Jerónimo a Santa Isabel, paso a paso

1,4 KM

Ruta a pie, partiendo desde San Jerónimo el Real, pasando por San Ildefonso y San Juan de la Mata, en el Barrio de las Letras, para terminar en el Real Monasterio de Santa Isabel.

Longitud: 1,4 km. Duración aproximada: 1 h y 30'.

Ruta Paso a Paso

1. Monasterio de San Jerónimo el Real

Fundación de Enrique IV de 1464, este Monasterio de monjes jerónimos tuvo su primitivo emplazamiento en el Camino de El Pardo, al borde del río Manzanares, pero la insalubridad del lugar ocasionó su traslado en 1502 por orden de los RR. CC., eligiéndose unos terrenos al Este, en el prado alto del arroyo Abroñigal, extramuros de la entonces villa de Madrid. Las obras comenzaron al año siguiente, probablemente con trazas del maestro Enrique Egas, quien tomó como modelo los templos de San Juan de los Reyes de Toledo y de Santo Tomás de Ávila, esto es, una nave única con capillas entre los contrafuertes. Su estilo era el gótico tardío o isabelino. Contaba con el "Cuarto Real" para aposentar a dichos monarcas en sus retiros al Monasterio, el cual sería ampliado en 1561 por el rey Felipe II, con planos de Juan Bautista de Toledo, embrión del posterior Real Palacio del Buen Retiro, con el cual el templo adquiriría doble función, como capilla palatina y a la vez conventual. Hacia 1550 se levantó un segundo claustro plateresco, que se demolió tres siglos después, y en 1602 o 1612, ordenó el rey Felipe III la reconstrucción del primitivo en estilo herreriano, para lo cual aportó trazas Francisco de Mora. Este claustro ha quedado integrado en la ampliación del Museo del Prado, proyectada por Rafael Moneo. La ocupación francesa durante la Guerra de la Independencia, que transformó el Monasterio en cuartel de artillería, y, sobre todo, la Desamortización de Mendizábal de 1836, acarrearon su ruina, lo que obligó a sucesivas reparaciones y a una restauración más ambiciosa a partir de 1851, bajo la dirección de Pascual y Colomer. Con motivo de la boda del rey Alfonso XIII, en 1905, se levantó la escalera monumental.

Más información

 

2. Monasterio de San Idefonso y San Juan de la Mata

El Convento fue fundado por doña Francisca Romero Gaytán en 1612 en torno a una modesta iglesia en la que fue enterrado Cervantes en 1616. El primitivo conjunto fue demolido y Marcos López proyectó el nuevo templo en 1668. Ocupa un gran espacio entre tres calles y comprende iglesia, claustro, patio, celdas y otras dependencias. Responde a la tipología de conventos barrocos madrileños del siglo XVII. La iglesia, que tiene planta de cruz latina con una sola nave, está situada en un lateral del solar, por ese motivo es de reducidas dimensiones. Fue concluida en 1718, cuando se iniciaron las obras del convento dirigidas por Francisco Ruiz y terminadas por Juan Ruiz. En su interior se conserva un gran retablo barroco y, desde 2015, tras ser encontrados los restos de Miguel de Cervantes, un monumento erigido en su honor. A diferencia de otros conventos, éste tuvo un programa constructivo y de uso con una disposición centrada en el patio y el claustro.

Más información

 

3. Antiguo Real Monasterio de Santa Isabel

El Colegio de Huérfanos de Cortesanos fue creado por Felipe II, bajo su patronato en 1589 y fue instalado en la llamada "Casilla de Antonio Pérez". La "Casilla" en realidad era una gran casa de campo que ocupaba toda la zona y había sido propiedad del Secretario de Felipe II. Ese mismo año, Doña Prudencia Grillo fundó el convento de Agustinas Recoletas en la calle del Príncipe. En 1610 el rey Felipe III y su esposa, Margarita de Austria, permitieron el traslado del convento y ordenaron que ocuparan la antigua casa de Antonio Pérez. La orden debían hacerse cargo del Colegio de Recogidas fundado por la Princesa Isabel Clara Eugenia en Alcalá. Juan Gómez de Mora fue el arquitecto que llevó a cabo el acondicionamiento para convento. En 1615 Felipe III otorgó la Constitución al Colegio. El conjunto tuvo una reforma general en 1732. Estuvo a punto de desaparecer con la Desamortización y sufrió con la Revolución de 1868. Posteriormente, el arquitecto mayor de Palacio José Segundo de Lema realizó varias intervenciones en 1876 y 1879. A raíz de la Guerra Civil el convento quedó en ruinas y la iglesia fue totalmente desmantelada de su ornamentación. Entre 1941 y 1946 parte del conjunto fue reconstruido En 1964 José del Río proyectó una reforma y reconstrucción parcial.

Más información