68,2 KM
Recorrido en coche para continuar por el sur de la Región, desde Villarejo de Salvanés, pasando por Colmenar de Oreja, Chinchón, Aranjuez, hasta llegar a Valdemoro.
Longitud: 68,2 km. Tiempo: 3 h.
La construcción del Monasterio de la Encarnación fue fundado en 1685, obra de Fray Lorenzo de San Nicolás. La monumental fachada es un hermoso ejemplar de barroco con tres huecos que dan paso a un atrio, desde el que se pasa a la iglesia. El cuerpo derecho lo constituye el Convento y el izquierdo lo que fue la Casa-Palacio del Conde de Colmenar. Cuenta con un hermoso claustro. Al tratarse de un convento de clausura, solo puede visitarse la iglesia conventual en horas de culto. En su interior destaca un conjunto de pinturas barrocas de Matías de Torres.
Conocido como Convento de las Madres Clarisas Franciscanas, fue fundado en 1653 por el V Conde de Chinchón, Francisco Faustino Fernández de Cabrera y Bobadilla, cuyos restos se conservan en un mausoleo dentro de la zona de clausura del convento. El proyecto del convento es de Nicolás de Vergara el Mozo, maestro mayor de la catedral y del arzobispado de Toledo. El retablo barroco del altar mayor fue destruido durante la Guerra Civil y sustituido en 1995 por otro renacentista, procedente del antiguo Convento de la Madre de Dios de Toledo. Atesora un cuadro de Lucas Jordán y destaca el claustro de dos pisos con sus galerías y capiteles sostenidos por arcos de medio punto.
Fue creado para los franciscanos alcantarinos, aunque en la actualidad está habitado por hermanas concepcionistas franciscanas. El templo es obra del arquitecto Marcelo Fontón, y sus trabajos de construcción se desarrollaron entre 1765 y 1770. Su altar mayor está decorado con el cuadro de San Pascual Bailón adorando al Santísimo Sacramento, de Anton Raphael Mengs, pintor de cámara de Carlos III. Los demás lienzos de Tiépolo fueron retirados por orden de Carlos III y reemplazados por pinturas de Francisco Bayeu y Mariano Salvador Maella, perdidas en el asalto del convento durante la Guerra Civil española.
Conocido como Convento de las Clarisas de Franciscanas de Valdemoro, fue construido por iniciativa del duque de Lerma, señor de Valdemoro. El edificio se inauguró en 1616 con grandes festejos y con la presencia de los reyes Felipe III y Doña María de Austria, el duque de Lerma y el arzobispo de Toledo. Su diseño recuerda al de Gómez de Mora para el Convento de la Encarnación de Madrid. Destaca el retablo mayor, decorado con dos pinturas de la Escuela Madrileña del siglo XVII: La Encarnación y El Calvario. En 2016 fue declarado Bien de Interés Cultural.
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