Ruta por restaurantes y bodegas en torno a las estaciones de metro de La Latina y Ópera.
Desde su fundación, en 1895, se ha convertido en un templo de la mejor cocina madrileña, con el cocido como máximo exponente. También destacan las especialidades de bacalao con tomate y callos, así como una amplia selección de vinos españoles y referencias internacionales.
Uno de las más antiguos, bonitos y mejor conservados de Madrid. Fundado por asturianos en 1857, se hizo famoso con su slogan "para comer bien y barato, san Millán 4". Ofrece platos tradicionales con un guiño a la gastronomía asturiana.
En 1642 el único molino de la Villa de Madrid se convirtió en la primera posada de la Corte. El restaurante, en la calle Cava Baja, 9, tiene el encanto de las grandes posadas de antaño del Madrid de los Austrias. Platos de la gastronomía castellana y madrileña entre los que cabe destacar el cordero lechal en horno de leña, el cocido madrileño en puchero, la gallina en pepitoria, los callos y los postres típicos de Madrid.
“Da calidad y buena comida, y no te preocupes por cobrar” fue lo que siempre decía el genio que fundó Casa Paco en 1933. En este restaurante uno puede deleitarse con el excelente sabor de nuestra cocina tradicional española.
Fundada en 1867 en un local de 30 metros, es una auténtica tasca que conservan toda su esencia, hasta el pasar por debajo de la barra para poder ir al baño. Podemos saborear un fantástico vermú o un chato de vino, entre el olor que despiden sus tinajas de vino. Para comer, podemos encontrar las típicas conservas de mejillones, berberechos, anchoas. La estrella de la casa son los callos a la madrileña, sin obviar la cecina de León ni el canapé de bacalao con aceite.
Goya trabajó en sus cocinas de friegaplatos, Hemingway y Truman Capote degustaron sus sabrosos menús… ¡Se respira historia en sus agradables salones! Desde 1725, en pleno Madrid de los Austrias, te envuelve nada más entrar. Consta en el Libro Guinness de los Récords como el restaurante más antiguo del mundo. Los asados, en su impresionante horno de leña, son su especialidad.
Inaugurado en 1894, cuenta con salones de estilo tradicional y elegante, y dos estupendas terrazas en pleno corazón castizo de Madrid: la Plaza Mayor. Cuenta con cocina castellana de alta calidad y cerveza tirada con gran maestría, tanto en verano como en invierno. Su especialidad es el cochinillo asado.
Frente a la Casa de la Villa, en plena calle Mayor, encontramos Casa Ciriaco, fundada en 1897. Fue testigo del atentado a la comitiva real en la boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Sus paredes están decoradas con multitud de fotografías y la "pepitoria de gallina" es su plato estrella, manteniendo su receta desde hace más de 100 años. Su doctrina es: “Comer es una necesidad, saber comer es un arte”, que aplican a su cocina tradicional, madrileña y casera.
Más de 100 años de historia entre la Catedral de la Almudena y el Palacio Real, ha vivido el pulso de la ciudad y de sus habitantes. Desde 1909 se servía café de puchero, aguardiente y té como en otras botillerías y tabernas de la época.
Desde 1870, la taberna en la calle de la Bola sirve su cocina castellana y tradicional, con una gran variedad de platos anclados en la cultura de la villa trabajados con carbón de encina. Entre sus especialidades destacan el cocido y los callos a la madrileña, el cordero o la merluza de la casa que podrás saborear en unos salones acogedores y repletos de solera.