Recorrido a pie por el núcleo urbano de Nuevo Baztán, donde visitaremos su conjunto monumental y las construcciones civiles más destacadas.
El modelo urbanístico de Nuevo Baztán habría de ejercer una notable influencia en las Nuevas Poblaciones promovidas por Pablo de Olavide, ministro de Carlos III, en Sierra Morena y en otras áreas de Andalucía.
Longitud: 971 metros. Duración: 1 hora.
Se ubica en la antigua bodega del complejo industrial de Nuevo Baztán. El centro de interpretación nos acerca la figura de Juan de Goyeneche, visionario promotor del proyecto que dio origen al municipio. Muestra de manera atractiva y didáctica la forma de vida y las costumbres de los habitantes del complejo urbano en el siglo XVIII. Además, cada año ofrece un ambicioso programa cultural: exposiciones, cine, teatro, diseño y exhibiciones en directo.
Conservó hasta el siglo XIX su trazado barroco, enmarcando la perspectiva de la fachada principal de la Iglesia y el Palacio. En ella se encuentra la Fuente de los Tritones, realizada por José de Churriguera y esculpida en la misma piedra caliza que el conjunto.
El Palacio de Goyeneche, de estilo barroco, es el eje del complejo de Nuevo Baztán, diseñado en el siglo XVIII por José de Churriguera. La parte izquierda del conjunto se cierra con un torreón coronado con balaustres y bolas de características herrerianas. El edificio fue la residencia de Juan de Goyeneche, navarro nacido en el valle del Baztán, que desarrolló su carrera en la corte de Carlos II.
La iglesia de San Francisco Javier es considerada Monumento Histórico Artístico desde 1941. Está consagrada a San Francisco Javier, patrón de Navarra, de donde era originario Juan de Goyeneche. En estilo herreriano y de pequeño tamaño, su fachada principal está integrada por una portada y dos torres escurialenses de 27,5 m de alto, que flanquean cada lado. Destaca el retablo mayor presidido por una escultura de San Francisco Javier, ejecutados ambos en mármol de Cuenca por Churriguera.
Es, junto con la plaza de la Iglesia y la de Fiestas, una de las tres plazas que definen los límites del conjunto arquitectónico del que forma parte el palacio de Goyeneche. En ella se encuentra la fachada de la antigua fábrica de paños. Soportalada en origen, hoy no quedan más que las basas de piedra donde se apoyaban las columnas de madera que sostenían las cubiertas, para el resguardo de viajeros y comerciantes.
Está situada a espaldas del conjunto palacial. En ella se celebraban antiguamente las fiestas palaciegas, obras de teatro, conciertos, así como corridas de toros, a las que asistió en alguna ocasión el propio Felipe V. A ella se asoma la Casa de los Oficios, con una hermosa galería de arcos.
José Benito Churriguera, diseñador de todo el complejo de Nuevo Baztán, remató el proyecto con una hilera de olmos en la travesía principal para cobijar del sol, proyectar sombra y frescor a los viajeros que se acercaran y para adornar el entorno. Todos fueron desapareciendo debido a la “grafiosis”, enfermedad que dilapidó todos los ejemplares de Nuevo Baztán y de casi toda Europa. Este olmo, que alcanza los 16 m. de altura, es el único superviviente que quedó en Nuevo Baztán del azote de esta enfermedad.
Denominada así por ser la única casa donde se alojaban los comerciantes y mercaderes que venían a negociar con las empresas del Nuevo Baztán, incluso vendedores y buhoneros ocasionales. Posteriormente se utilizó también para albergar a los veraneantes que venían a darse los baños salutíferos a la Fuente de la Almunia.
Era lugar de residencia para agricultores y ganaderos. Es la última manzana del complejo y presenta peor estilo en sus construcciones, decreciendo en calidad según éstas se sitúan más alejadas del palacio.