Esta ruta circular discurre por cotas medias del Valle de la Fuenfría y coincide en su inicio con la calzada Borbónica. Se trata de uno de los enclaves más emblemáticos y mejor conservados del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. La senda está marcada y por ella llegaremos a los miradores de los poetas, con magníficas vistas de los Siete Picos, la Maliciosa, la Cuenca del Guadarrama y el Pico de Abantos, siempre rodeados por el majestuoso roble y el pino silvestre característico del Pinar de las Dehesas.
Longitud: 9,2 km. Duración: 3 horas y 30 minutos.
Una vez abandonado el aparcamiento de Majavilán ascenderemos suavemente por la calzada Borbónica, antiguo itinerario, todavía adoquinado, que mandaron construir los Borbones para sus desplazamientos entre sus palacios de Madrid y el de la Granja en Segovia. Atravesando pinares maduros de pino silvestre se pueden observar en el primer tramo especies vegetales tan interesantes como tejos o acebos. A la derecha se puede ver el embalse de Las Berceas a medida que se abre la vegetación. Al final del camino Agromán, se toma la vereda de Enmedio que parte a la izquierda y que continua ascendiendo hasta llegar a una pista ancha, que es la Carretera de la República que asciende hasta el Puerto de la Fuenfría. En este punto la tomaremos hacia la derecha comenzando nuestro descenso y en poco tiempo estaremos en la pradera de Navalurraque, donde se encuentran el monumento a los primeros caminantes, el reloj de sol dedicado a Camilo José Cela y una encina dedicada a Giner de los Ríos.
Más adelante aparecen en una curva Los Miradores de los Poetas Vicente Aleixandre y Luis Rosales. Ambos miradores están unidos por la "senda de los Poetas", de 150 metros de longitud, donde los versos de poetas que escribieron sobre la Sierra del Guadarrama están cincelados en las rocas. El Mirador de Vicente Aleixandre, a 1.673 metros de altitud, fue terminado en 1984 y en una de las rocas se puede leer uno de sus poemas: “Sobre está cima solitaria os miro. Campos que nunca volveréis por mis ojos. Piedra de sol inmensa, eterno mundo y el ruiseñor tan débil que en su borde lo hechiza".
Es el homenaje a este poeta que durante 25 años veraneó en el pueblo de Cercedilla. El autor quería que este fuese un lugar en el que meditar y admirar el majestuoso paisaje del que podemos gozar a 1.650 metros de altitud. De nuevo en la pista, seguiremos descendiendo y se toma a la izquierda la vereda Alta hasta la vereda de los Encuentros que nos lleva hasta el río de la Venta; cruzando éste, se llega a la fuente del Tercer Retén. Seguiremos descendiendo para acabar la excursión en el área recreativa de las Dehesas. Para volver a nuestro punto de salida solo tendremos que ascender paralelos al río y a la carretera unos cientos de metros.