‘La pequeña Capadocia’, como muchos visitantes han rebautizado al Risco de la Cuevas, se ubica a unos 40 km de Madrid, en la localidad de Perales de Tajuña. Esta ruta es una buena forma de conocer y entender cómo vivieron nuestros antepasados y, además, nos invita a evocar destinos lejanos. El risco alberga un conjunto de 47 casas excavadas sobre la pared rocosa que se alza sobre la vega del río Tajuña, conformando un yacimiento arqueológico que ha estado habitado desde el Neolítico hasta el siglo XX.
Longitud: 4,3 km. Duración: 1 hora y 30 minutos.
Se encarga de poner en valor el Risco de las Cuevas mediante la exposición de los restos arqueológicos encontrados. Cuenta, además, con información, tanto histórica como geológica, de este monumento nacional, declarado en 1931, y con un video realizado por drones sobre la formación y en el interior de las cuevas.
Se alza sobre la Vega de las Cuevas y el río Tajuña, entre las localidades de Perales de Tajuña y Tielmes. Se trata de una formación geológica de paredes sedimentarias formadas por calizas y yesos, que comenzó a formarse hace unos 20 millones de años. Fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1931 y en la actualidad está inscrito en el registro de Bienes de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid en la categoría de monumento. Las cuevas son de planta trapezoidal en su mayoría, con estancias de tres o cuatro metros de lado y dos o tres de altura, excavadas con instrumentos y enlucidas. Se aprecian oquedades multifuncionales: para encajar puertas, nichos, un pilar... Los restos arqueológicos hallados se remontan al Neolítico o Calcolítico y hasta la Edad Media. En 1964 sirvieron de escenario de las batallas entre estadounidenses y japoneses en la película ‘El ataque duró siete días’, sobre la que posteriormente se basó la superproducción de 1998 ‘La delgada línea roja’.