Ruta de 11,8 km y 5 horas de duración, con un desnivel de 350 m, que recorre la senguda lína de defensa del frente republicano con 10 búnkeres construidos entre 1937 y 1938.
Los seis en mejor estado nunca entraron en combate y se localizan en la zona urbana de Los Molinos.
Inicio de la ruta, en el que es posible aparcar, si acudimos en coche. Desde aquí se verá, a pocos metros, la primera de las construcciones a visitar, el búnker de Los Huertos.
Cuenta con cubierta de cemento y piedras pisadas de la zona como camuflaje y protección para los impactos de artillería. Fue construido por el Ejército Popular de la República entre 1938 y 1939. Formaba parte de una segunda línea de defensa situada a unos kilómetros del frente.
Casamata para dos soldados y una ametralladora situada en el pinar del sanatorio de la Marina y de acceso restringido. Puede verse desde la vereda que va hacia el cerrillo de la Guerra.
Búnker para dos soldados y una ametralladora situado junto al arroyo de Majaltobar, en el cerrillo de la Guerra (llamado así por un combate que allí se produjo en la Guerra de Sucesión). En la parte superior se advierte una zona socavada, lo que hace pensar en el impacto de un proyectil.
Es el más elevado, construido a comienzos de 1939. En la parte frontal tiene grabada la inscripción: «Año 1939» con la ñ puesta al revés, una práctica habitual en la época en algunos medios de propaganda política.
Está en la ladera de La Peñota, junto a la pista forestal «de arriba», divisando la vía de tren. Esta casamata, perteneciente al grupo de los cuatro búnkeres más antiguos, fue probablemente explosionada desde su interior tras la finalización del conflicto, por lo que le faltan la parte posterior y el techo, tal y como evidencian los restos del material de construcción que se encuentran en los alrededores. El objetivo de esta práctica era recuperar el acero de los proyectiles aún sin explosionar. A unos 10 metros se encuentra el faldón de otra casamata explosionada.
Está en la solana de Las Molineras y puede verse desde la pista forestal «de arriba» por encima de la vía del tren. Esta casamata también fue explosionada, tal y como se puede observar por los restos esparcidos por la zona. El faldón es de hormigón y carece de la parte posterior. El techo, al que le falta una parte, está compuesto de cemento y piedras.
Situada encima de la pista forestal «de arriba» y sobre una lancha de granito en una finca privada de acceso restringido. Se encuentra en muy buen estado de conservación debido a que no fue volada y es poco conocida. A través de ésta, se ha podido analizar la tipología del techo de estas cuatro construcciones. Consiste en una cubierta plana e inclinada con la sujeción de los troncos en el interior ayudados por dos vigas de hierro que refuerzan la techumbre. En la zona superior conserva una barra de hierro que servía para colgar las redes de camuflaje.
Está en el camino de Las Molineras, antes de la vía del tren, en una finca privada de acceso restringido. Esta casamata está situada en una línea en la que se encuentran una gran cantidad de trazos de trincheras, destacando la que hay excavada en la roca, en buen estado de conservación, que da acceso al búnker. Su frente está derruido en grandes fragmentos esparcidos por el terreno. Su situación estratégica es bastante cuestionable.
Se sitúa en la calle del Chopo, en el interior de una zona ajardinada, de acceso público, en la urbanización Balcón de La Peñota. Se conserva en buen estado y es del mismo tipo de casamatas de esta línea del frente, para dos soldados y una ametralladora.
Se encuentra dentro de una finca privada de acceso restringido. Se ve desde el camino que sube hacia la urbanización El Balcón de La Peñota. En los alrededores de este búnker podemos observar toda una red de trincheras de la guerra.