Isidro nació en 1082, pocos años antes de la toma de Madrid por los reinos cristianos, en el Magerit o Mayrit árabe de Muhamad I. Una ciudad con una única iglesia dedicada al culto cristiano, la de San Andrés y sabemos que se crió en el arrabal del mismo nombre. Sus padres comenzaron la labor de siervos jornaleros, fieles y trabajadores en las tierras del amo a cambio de un sueldo en dinero o en comida.
La mayoría de los textos sobre San Isidro son de origen religioso por lo que conocemos poco de su vida personal salvo a lo recopilado en una de sus biografías como jornalero, que se debe a Juan de Vargas, y a las alabanzas escritas en el denominado Códice de San Isidro, hacia 1275, donde se hace referencia a cinco de sus muchos milagros.
La familia se trasladó a Torrelaguna para refugiarse de las invasiones árabes. Allí San Isidro contraerá matrimonio con su esposa, Santa María de la Cabeza, con quien tendrá a su hijo, quien la tradición identifica como San Illán.
San Isidro en su mayor humildad, no gozó de privilegios, ni si quiera tuvo casa propia, pero tuvo un trabajo honrado, un hogar confortable, una familia, una fe tan profunda que le hizo obrar milagros y una generosidad innata con los más necesitados. Su fallecimiento se sitúa en 1172, a los 90 años.
Ocupa el solar del palacio de los condes de Paredes; ha recibido diferentes denominaciones de acuerdo con sus sucesivos propietarios, aunque se le conoce popularmente como Casa de San Isidro porque según la tradición fue la casa de los Vargas, amos de San Isidro, y en ésta vivió y murió el Santo. El edificio fue construido durante la primera mitad del siglo XVI por la familia de los Lujanes. En el nuevo edificio, dotado de las infraestructuras necesarias para acoger los servicios del Museo, han quedado integrados todos los elementos originales conservados: la Capilla de los siglos XVII y XVIII, el Pozo del Milagro y el patio renacentista del siglo XVI. La exposición permanente está dedicada a la arqueología madrileña y a la historia de la ciudad desde la Prehistoria hasta el traslado de la Corte en 1561. Destacan en el conjunto las valiosas colecciones que resumen más de cien años de arqueología madrileña. Asimismo, en el almacén visitable, se muestra una selección más amplia de piezas, y en el jardín arqueobotánico se recogen los datos sobre las especies cultivadas en la ciudad.
En su altar mayor se encuentra el sepulcro de San Isidro, patrón de la ciudad. La iglesia fue proyectada por el jesuita Pedro Sánchez hacia 1620, siguiendo el modelo de la iglesia del Gesú de Roma. En 1769, Ventura Rodríguez proyectó un nuevo presbiterio y el retablo del altar mayor. Se le concedió la categoría de catedral con carácter provisional al crearse la Diócesis de Madrid-Alcalá en 1885, categoría que perdió en 1992, al ser consagrada la Catedral de la Almudena. Tiene planta de cruz latina, con una sola nave y capillas laterales. El tratamiento del espacio interior es de gran riqueza visual. En 1936 fue incendiada, produciéndose la destrucción casi total de las cubiertas, de la cúpula central, del retablo de Ventua Rodríguez y lienzos de Ricci y Luca Giordano. Fue reconstruida y restaurada después de la Guerra Civil.
Esta plaza porticada es el corazón del Madrid de los Austrias. Empezó a cimentarse sobre el solar de la antigua Plaza del Arrabal, donde se encontraba el mercado más popular de la villa a finales del siglo XV, cuando se trasladó la corte de Felipe II a Madrid. En 1617 se encarga al arquitecto Juan Gómez de Mora establecer uniformidad a los edificios de este lugar, que durante siglos ha acogido festejos populares, corridas de toros, beatificaciones, coronaciones y también algún auto de fe.
El 15 de mayo de 1620 todo Madrid estaba llamado a celebrar en la Plaza Mayor la beatificación de su Santo Patrón, San Isidro, pronunciada por Paulo V, el 14 de junio del año anterior. Se reunieron los pendones, cruces, cofradías, clerecías, alcaldes y regidores y alguaciles de 47 villas y lugares. El cuerpo de Isidro fue colocado en el arca de plata que para él había fabricado el gremio de plateros de Madrid. Los festejos se prolongaron durante seis días.
En este punto comienza el itinerario circular que nos lleva a conocer los resto del castillo de Malsobaco. Tiene una longitud de 2,6 km y se puede realizar a pie en aproximadamente una hora. En las inmediaciones es posible estacionar el vehículo privado.
Durante la ocupación musulmana de la zona, el curso medio del Jarama se encuadró en el territorio conocido como Marca Media, y cuya misión era la de sujetar las incursiones cristianas del Norte por el Valle del Jarama. Por ello, se construye en un cerro, al lado del camino que iba de Alcalá a Talamanca, el Castillo de Malsobaco. Un castillo sencillo, con una sola torre en el lado Oeste y que albergaba una pequeña guarnición para la defensa de la zona. El origen de Paracuellos como núcleo de población se produjo en las faldas del castillo. A partir de esta época a Paracuellos se le conoce por su nombre árabe: “Manzal al subbaq”, castellanizado posteriormente como Malsobaco. Tras su conquista castellana el castillo se transformó reforzándose con una doble muralla, y construyendo una segunda torre. A la par se construye la Iglesia del Castillo, que junto con la ermita de Nuestra Sra. de Belvis, son visitadas por San Isidro labrador y su esposa Santa María de la Cabeza.
A principios del siglo XII muchos habitantes de Madrid huyeron del cerco musulmán buscado refugio en poblaciones cercanas. Uno de ellos fue San Isidro Labrador, que se marchó a trabajar a Torrelaguna. Allí conoció a la que fuera su mujer, Santa María de la Cabeza. San Isidro y su mujer llevados por su devoción, visitaban con asiduidad todas las iglesias y ermitas de la zona, llegando a Belvis. La ermita de Nuestra Señora de Belvis se mantuvo en pie por lo menos hasta la conquista castellano-leonesa e incluso hasta el siglo XVIII, ya que es citada en el libro sobre el proceso de canonización de Santa María de la Cabeza de 1752.
La actual pedanía nació en 1947 cuando Dª. Pilar Rodríguez de Torres y Cárdenas, decidió entregar al Instituto Nacional de Colonización parte de sus tierras con la condición de que la vendieran entre sus colonos y campesinos.
En esta Villa nacieron los Colodros, familia que emparentó con los Cabeza, naciendo en esa línea Santa María de la Cabeza, discutiéndose Torrelaguna y Cobeña el nacimiento de la Santa. Según el historiador de la época que lo atestigua, Santa María de la Cabeza nació en una casa solariega que existía en un lugar llamado Los Vallejuelos. También está constatado que a una legua de Cobeña estaba la ermita de Belvis, que San Isidro visitaba mientras se refugió en Torrelaguna cuando Madrid fue sitiada.
San Isidro y su esposa, Santa María de la Cabeza, contrajeron matrimonio y vivieron en Torrelaguna, donde San Isidro trabajaba las tierras de la familia Vargas.
El término municipal de Torrelaguna se encuentra en el Valle medio del Jarama. La existencia en la zona de un castro ibérico y de diversos yacimientos arqueológicos dan fe de algún tipo de poblamiento en la prehistoria. La historia de Torrelaguna está muy ligada a la de Uceda, dependiente de ella hasta 1390, cuando Juan I de Castilla concedió a la Villa su independencia, lo que sumado a la concesión de mercado franco, supuso para Torrelaguna el inicio de su prosperidad. En Torrelaguna, como en el resto de tierras reconquistadas, convivieron las tres religiones, judíos, musulmanes y cristianos. A principios del siglo XVI, Torrelaguna vive su mayor auge, coincidiendo con la época de poder del Cardenal Cisneros y la llegada al pueblo de familias ilustres
Desde la plaza de Mayo parten dos itinerarios relacionados con la vida de San Isidro: 1. De 1,9 kms, que recorre el centro histórico de la localidad. 2. De 10,1 kms, de ida y vuelta, hasta la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, donde, según la tradición, San Isidro conoció a María Toribia y donde descansaron los restos de la santa hasta el siglo XVI.
Su construcción, en el siglo XVI, se asocia al taller de Gil de Hontañón. Del edificio original sólo se conserva la fachada, de estilo renacentista, debido a que el resto fue destruido durante la Guerra Civil. Actualmente este edificio alberga la casa-cuartel de la Guardia Civil.
La Puerta de Montalbán, también conocida como Arco del Coso o de San Bartolomé, se sitúa en la plaza que lleva su mismo nombre. Se construyó a principios del siglo XX para anexionar el barrio de extramuros, aunque manteniendo la identidad estética de los elementos constructivos y puertas de la Muralla.
Palacio de estilo clasicista cuya construcción se enmarca entre los siglos XVII y XVIII. Perteneciente durante generaciones a la familia Arteaga, el Canal de Isabel II lo adquirió en 1853, convirtiéndose en la Casa de la Dirección del Canal hasta 1992. Lo más destacable de este edificio es su patio interior porticado con techos de artesonado de madera.
También conocida como casa de San Isidro, perteneció a la familia Vargas, cuyas tierras fueron trabajadas por el patrón de Madrid. De la casa de esta época no quedan restos. Lo que podemos ver actualmente es una fachada renacentista, realizada en piedra y decorada con un escudo de armas.
Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica madrileña, aunque en su decoración se mezclan elemenos góticos y renacentistas. Su construcción abarca desde los primeros años del siglo XV hasta el primer cuarto del siglo XVII. Los retablos son barrocos y platerescos. Entre ellos, resalta el del altar mayor, de tipo churrigueresco, atribuido a Narciso Tomé. En la iglesia predecesora a la actual tuvieron lugar los esponsales de San Isidro y Santa María de la Cabeza.
Algunas fuentes históricas enmarcan la muralla dentro de la época medieval, ya sea de origen musulmán, o bien producto de la Reconquista. Una parte comenzó a levantarse antes de 1390, aprovechando algún tipo de sistema defensivo anterior, finalizándose a principios del siglo XV. La muralla se mantuvo intacta hasta el siglo XVII. Fueron los destrozos de la Guerra de la Independencia los que iniciaron su deterioro. La Puerta del Cristo de Burgos es la única entrada a la muralla que se conserva. Antiguamente existía en la puerta una hornacina que albergaba un Cristo de donde le viene el nombre.
Cruza el arroyo Matachivos y une el recinto amurallado con el barrio del Arrabal.
Algunas fuentes históricas enmarcan la muralla dentro de la época medieval, ya sea de origen musulmán, o bien producto de la Reconquista. Una parte comenzó a levantarse antes de 1390, aprovechando algún tipo de sistema defensivo anterior, finalizándose a principios del siglo XV. La muralla se mantuvo intacta hasta el siglo XVII. Fueron los destrozos de la Guerra de la Independencia los que iniciaron su deterioro.
Se edificó entre los siglos XIV y XV como mercado de abastos. Tras la construcción del pósito y el traslado de la compra-venta de grano a la Plaza Mayor, se transformó en alfolí, o almacén de sal. Recientemente se ha rehabilitado como restaurante.
Está presidido por el escudo cardenalicio de Cisneros, quien lo fundó en 1514 para servir como pósito o almacén de grano. Su construcción, de características renacentistas, incluía algunos elementos góticos. En la actualidad alberga las dependencias del ayuntamiento.
Levantada en 1802, sobre el lugar en el que estaba la casa donde nació el Cardenal. Las contribuciones del Cardenal Cisneros a su Villa natal fueron muy numerosas. Cabe destacar la aportación a la construcción de la iglesia parroquial, la fundación de un hospital, la conducción del agua, el convento franciscano de la Madre de Dios, y el pósito, además de obras benéficas y mecenazgos generosos.
Cuenta la tradición que María Toribia dedicaba gran parte de su vida al cuidado de la ermita, a la que acudía todos los días para orar. Sus restos descansaron aquí hasta que en 1596 sus reliquias fueron exhumadas, acabando junto al cuerpo de San Isidro en la colegiata de San Isidro de Madrid.
La importancia de esta ermita, ubicada en el término de Torrelaguna, es indiscutible pues se trata del santuario mariano más antiguo de la Comunidad de Madrid. El edificio primitivo tiene su origen en época preislámica aunque los restos actuales datan del siglo XVII. En 1976 dejó de pertenecer a la Iglesia y en la actualidad se encuentra en un terreno de propiedad privada, por lo que sólo es visitable su exterior.