Se trata de un itinerario circular que, en unos 18 km, permitirá recorrer las principales unidades de paisaje vegetal del Monte de Boadilla, ejemplo de encinar mediterráneo, y disfrutar de las vistas magnificas sobre el piedemonte de la sierra madrileña. Y sobre todo disfrutar de una actividad deportiva en la naturaleza a escasos kilómetros de la ciudad de Madrid.