Torrelaguna © Comunidad de Madrid

 

TORRELAGUNA

Qué ver en Torrelaguna
Torrelaguna, uno de esos rincones que bien merecen una escapada, es famosa por ser cuna del cardenal Jiménez de Cisneros y villa de residencia de María Toribia, que luego sería Santa María de la Cabeza. Pero esta villa tiene mucho que ofrecer a todo aquel que quiera descubrirla, ¿te vienes?

Declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1974, la Villa de Torrelaguna se encuentra ubicada al nordeste de la provincia de Madrid en el límite con la Comunidad de Castilla-La Mancha, en la comarca del Valle del Jarama. Aún teniendo una estructura medieval, Torrelaguna alberga el más variopinto conjunto histórico, aunando el más soberbio gótico con el Barroco, el Plateresco o el Neoclásico.

Aquí nacieron el cardenal Cisneros, santa María de la Cabeza y vivió san Isidro Labrador. El centro histórico de la localidad destaca por sus joyas arquitectónicas, que invitan a pasear por sus calles y que declararon a Torrelaguna como Conjunto Histórico Artístico.

Qué hacer en Torrelaguna
La Comunidad de Madrid propone una ruta a pie por Torrelaguna, en un completo recorrido por las construcciones más destacadas del municipio madrileño que cuenta con una longitud de 1,2 kilómetros y una duración aproximada de 2 horas.

El itinerario comienza en el Arco de San Bartolomé, construido a principios del siglo XX para anexionar el barrio de extramuros y situado en la plaza que lleva su mismo nombre, este Arco mantiene la identidad estética de la muralla, que integra diferentes estilos arquitectónicos.

Las siguientes paradas se sitúan en el Palacio de Salinas, del que actualmente solo se conserva la fachada de estilo renacentista y en el Palacio Arteaga, de estilo clasicista y en el que destaca su patio interior porticado con techos de artesonado de madera.

La cuarta visita de esta ruta es en la Casa de los Vargas, también conocida como casa de San Isidro, ya que perteneció a la familia Vargas, cuyas tierras fueron trabajadas por el patrón de Madrid. De ella únicamente se puede ver la fachada renacentista, realizada en piedra y decorada con un escudo de armas.

Los restos de la muralla y la Puerta del Cristo de Burgos continúan el itinerario hasta llegar al Puente Medieval, que une el centro histórico con el barrio del Arrabal. La Alhóndiga, que se edificó entre los siglos XIV y XV como mercado de abastos, es el lugar perfecto para realizar una parada si se desea, ya que este antiguo alfolí o almacén de sal, está rehabilitado como restaurante. Para retomar la excursión, la Comunidad de Madrid propone visitar la Cruz de Cisneros, levantada en 1802 sobre el lugar en el que se hallaba la casa natal del Cardenal Cisneros, quien hizo numerosas contribuciones a Torrelaguna.

Este recorrido termina en la iglesia de Santa María Magdalena, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica madrileña, aunque en su decoración se mezclan elementos góticos y renacentistas. Su construcción abarca desde los primeros años del siglo XV hasta el primer cuarto del siglo XVII y entre sus retablos barrocos y platerescos, resalta el del altar mayor de tipo churrigueresco, atribuido a Narciso Tomé.

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