Los orígenes del palacio se remontan al siglo IX, cuando el reino musulmán de Toledo, preocupado por su defensa frente a los ataques cristianos, construyó una fortaleza que luego utilizarían los reyes de Castilla. En el siglo XVI se construyó el Alcázar sobre los mismos cimientos.
En su interior se pueden ver pinturas al fresco, y un recorrido por las diferentes salas permite descubrir el legado de artistas como Giaquinto, Tiepolo, Mengs, Bayeu o Maella.
Dirección: Plaza de la Independencia, Madrid. La mejor manera de llegar al palacio es a pie desde el centro de Madrid, ya que se encuentra a pocos minutos a pie de los principales puntos del centro: Plaza Mayor, Puerta del Sol, etc. La estación de metro es Ópera (Línea 2).