MURALLA
Alcalá de Henares estaba defendida por una muralla originalmente construida en el siglo XIII, modificada y ampliada en el siglo XV y posteriores. Contaba con 22 torres y varias puertas, de las que hoy sólo se conservan la Puerta de Madrid y el Arco de San Bernardo.
Realmente podemos hablar de dos recintos amurallados, de los que quedan 700 metros actualmente. De las 22 torres rectangulares, una semicircular y una pentagonal, se conservan únicamente la Puerta de Madrid y el Arco de San Bernardo. En cada recinto amurallado, llamado lienzo, hay una serie de puertas de entrada a la ciudad, y de todas ellas, la única que conserva su estructura original es la mencionada de Madrid, que fue reconstruida por completo a finales del siglo XVIII por encargo del Cardenal Lorenzana.
Es muy interesante analizar la muralla, ya que podemos encontrar paramentos mudéjares del siglo XIII, en la zona norte, cerca de la denominada Puerta de Burgos.
La construcción de la muralla va unida al desarrollo del Palacio Arzobispal y su defensa, y todo ello derivado de la donación que el Emperador Alfonso VII hace de la ciudad a los religiosos toledanos, siendo estos los que contribuyen al florecimiento del municipio.
El Palacio emerge como fortaleza mudéjar de la mano del Arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximenez de Rada, a principios del siglo XIII, y ha sido sede de importantes acontecimientos, tales como celebración de las Cortes del Reino y Concilios, la muerte del Rey Juan I de Castilla, o el nacimiento de Catalina de Aragón así como el lugar donde Isabel la Católica recibió a Colón en 20 de Enero de 1486.
Más información: Recinto amurallado y Puerta de Madrid